sábado, 11 de diciembre de 2010

A la cuadra todos, a la cuadra todas


Este lipograma está basado en el villancico " A Belén pastores ", omitiendo la letra "e".






A la cuadra todos, a la cuadra todas
ha nacido un niño con cara graciosa.
A la cuadra todos, a la cuadra todas
ha nacido un niño con cara graciosa.

Junto a la cuadra divina
hay musgo y paja fina
para acunar al niñito
con carita chiquitina.

A la cuadra todos, a la cuadra todas
ha nacido un niño con cara graciosa.
A la cuadra todos, a la cuadra todas
ha nacido un niño con cara graciosa.

Junto al camino angosto
van los niños con viandas
dádivas y margaritas
cantando todos al alba.

A la cuadra todos, a la cuadra todas
ha nacido un niño con cara graciosa.
A la cuadra todos, a la cuadra todas
ha nacido un niño con cara graciosa.

Su mamá y su papá
miran al niñito lindo
con caritas orgullosas
plácidas y amorosas.

A la cuadra todos, a la cuadra todas
ha nacido un niño con cara graciosa.
A la cuadra todos, a la cuadra todas
ha nacido un niño con cara graciosa.




domingo, 28 de noviembre de 2010

La compradora compulsiva

No podía remediarlo, allá donde se enteraba que había un mercadillo, allá que iba. Primero le interesaron los de ropa, luego abrió nuevos horizontes. Mercadillos de muebles viejos, de objetos antiguos, de libros... Todo tenía para ella un sentido y así fue creando su fantástico mundo. Su casa era una mezcla de objetos variopintos, arcones desvencijados que arreglaba con gran trabajo, pelucas con olor a naftalina, ropas usadas y raídas por el tiempo, estolas de mil formas y colores.
Con todo ello, Amalia que así se llama esta singular mujer, creaba mundos irreales para los demás, pero muy tangibles para ella. Un día salía al mercado con aspecto de Mata-Hari, o bien como una auténtica ejecutiva. Cuando invitaba a sus amistades a su casa nunca sabían cómo sería el recibimiento. El salón podía estar decorado de los años sesenta o tal vez estaba sobrecargado al más puro estilo rococó y por supuesto ella vestía de acuerdo con la ocasión.
No le importaba el qué dirán, ella era feliz y a su manera hacía feliz a cuantos la rodeaban. Incluso en el mercado que al principio la miraban como si de una loca se tratase, había conseguido sin pretenderlo hacerse respetar y querer, claro está que de esa misma manera ella trataba a los demás y aunque parezca mentira a veces, sólo a veces, esto funciona.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Elvira

Elvira es una mujer y actriz fantástica. Una artista de raza, de teatro sobre todo, de esas que llenan el escenario. La conocí de forma casual. Después de verla actuar coincidí con ella en un bar cercano al teatro donde representaba su obra. Y cosa extraña en mí, fui a saludarla y entablamos una entretenida conversación. A partir de ese día nos hemos visto de vez en cuando. Charlando una tarde le pregunté cómo era capaz de meterse en la piel de sus personajes de forma que parecía tener una conexión con ellos sorprendente y me contó lo siguiente:
" Querida, cuando leo un libreto y sé algo de mi personaje automáticamente pienso qué llevaría puesto, y me voy a buscar esas prendas que yo creo son indispensables para poder estar más dentro de esas mujeres ( por lo general son mujeres, aunque en alguna ocasión también he interpretado a hombres ). Recuerdo que una vez tenía que hacer de una prostituta de principios del siglo veinte, una mujer frívola, pero con gran estilo y yo necesitaba comprar unos guantes negros de encaje, así que fui al mercadillo más cercano a la ciudad donde se representaría la obra y después de varias vueltas allí estaban, eran los que hubiera llevado ella, así que los compré. La obra fue todo un éxito, y creo que algo tuvieron que ver aquellos pequeños y maravillosos guantes ".
La historia me pareció sorprendente, genial, única y así se lo comenté. Mi reacción la conmovió. " Otros me hubieran dicho que son manías de una excéntrica actriz ", y acto seguido me propuso sí querría acompañarla en su próxima búsqueda. Necesitaba encontrar un viejo abrigo marchito por el paso del tiempo, con grandes bolsillos, y de un color parduzco. Por supuesto acepté agradecida
por poder compartir aquella experiencia única y fantástica. Estábamos en Madrid por eso el domingo nos encaminamos al Rastro, era como estar allí por vez primera aún habiendo ido cientos de veces. Íbamos tranquilas, paseando, pero oteando los puestos de forma concienzuda
y después de una hora aproximadamente lo , era tal y como Elvira lo había descrito, emocionada y un poco alterada fui a buscarla y al verlo me sonrió. Era él, su abrigo, su amuleto. Le pedí por favor que me dejara regalárselo. La convencí diciéndole que para mí era todo un honor y que así sería partícipe del triunfo que seguro tendría aquella función.
El día del estreno tenía una invitación en primera fila de butacas para ver la obra. Todo fue espectacular, mágico, el silencio se mantuvo hasta el final, m
omento en el que el teatro se vino abajo entre aplausos y vítores. Ella saludó encantada. Entonces ocurrió algo que me dejó sin palabras y con los ojos humedecidos, Elvira me lanzó uno de los guantes de su anterior actuación. Lo había llevado guardado durante la hora y media que nos tuvo extasiados a todos. Jamás he podido agradecerle todo lo que me hizo sentir aquella noche. Ese guante va conmigo a todas sus representaciones.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Versos del S. XIV actuales en el S.XXI

El Arcipreste de Hita, gran autor del s. XIV, sólo es recordado en los institutos, y debo reconocer que tiene una gran vigencia en estos difíciles momentos; por eso me gustaría que si os apatece leyéramos o por qué no escucháramos algo de él. Estos versos están en su Libro del Buen Amor y algunos los ha musicado y adaptado Paco Ibáñez. He elegido " Lo que puede el dinero ". Deseo que os gusten. Gracias Patri( es mi sobrina ) por compartirlo conmigo.

Una nariz andante

Emulando a Quevedo os diré,
que era una mujer a una bombilla pegada.

Una nariz-bombilla andante
cara minúscula
y una gran esfera mayúscula
así se veía a nuestra caminante.

Esfera luminosa y parlante
esfera blanquecina en la oscuridad
y rojiza en la claridad
todo un espectáculo para los viandantes.

Pero toda esa luz y color
estallaban ante una difícil situación.

Ultimamente caminaba malhumorada
pues bombilla tras bombilla reponía
y todas rotas acababan.

Hasta que un día la luz se apagó
y entre tinieblas vagó y vagó.

Tiempo después algo oyó y todo cambió.
Eran risas y risas que la mecían entre caricias.

Sin saber cómo ni por qué
de nuevo a su cara la luz regresó
y pensó que tal vez esa era la solución.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Una acción rutinaria

Nunca te imaginas determinadas cosas hasta que no las vives, es que ni siquiera puede pasarte por la cabeza algo así. La mayor parte de nuestros actos son aprendidos desde nuestra infancia y jamás piensas que puedan llegar a no ser fáciles de hacer alguna vez.
Nos levantamos y vamos al servicio sin pensar en lo que hacemos, nos duchamos y preparamos el desayuno, nos arreglamos, recogemos nuestra cosas, cerramos la puerta de casa con llave...bueno todas esas rutinas que hacemos a diario y que jamás
nos planteamos cómo las hacemos, simplemente se hacen.

Pero cuando a tu alrededor alguien comienza a no hacer cómo debiera esas rutinas diarias, al principio te desesperas. Cómo es posible que te hayas abrochado mal los botones, o cómo no recuerdas cómo se hace esa cruzada, si llevas haciéndolas toda tu vida.
Poco a poco entiendes que tú no puedes perder los nervios, pues ella o él lo está pasando peor. Aún se da cuenta de que cada vez es capaz de hacer menos cosas por sí misma. Y tú cada vez observas cómo se van deteriorando más y más esas capacidades aprendidas y nunca cuestionadas.
Algo tan "fácil" como la hora de la comida también se va complicando, es difícil ir alternando un segundo plato, con pinchar ensalada e ir tomándose la medicación a la vez. El uso de los cubiertos parece que a veces le crea dudas, además el ritmo y los tiempos se han ralentizado bastante.

Aún así y desde mi corta experiencia, todo es más llevadero con una sencilla ayuda y sin caer en la desesperación y por supuesto sin reproches. Se que no es fácil, incluso puede parecernos incomprensible, pero estos deterioros de nuestros mayores y no tan mayores están aquí y o aprendemos a convivir con ellos de la forma más natural posible o crearemos una situación de crispación que no ayudará en nada a que el conflicto se solucione, y nuestra vida y sobre todo la de la persona que está sufriendo este problema será insoportable.

A pesar de lo dolorosa que puede resultar la situación, creo que no debemos olvidar que por encima de todo lo más importante es la dignidad de la persona, de esa persona que ha sido, es y será amén de sus olvidos, referente en nuestras vidas y una de las personas más importantes para nosotros.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Tenemos el mismo nombre

Viajé a Barcelona un mes de diciembre, para encontrarme con una gran amiga que hacia tiempo que no veía. Ese era el objeto de mi visita. Pero algo ronrroneaba en mi cabeza. No supe lo que era hasta pasados unos días. El encuentro fue especial, paseamos por el barrio Gótico, por Las Ramblas y sin saber cómo ni por qué allí estaba yo, delante de aquella librería antigua. Me acordé de un libro, La sombra del viento, donde el protagonista es librero y se llamaba Daniel Sempere , ese es mi apellido, entré sin saber qué buscaba. Eché un vistazo en su interior, todo lleno de viejos ejemplares invitándome a curiosear y con ese olor tan especial a papel, a sabiduría, a historias aún desconocidas y otras, unas pocas, ya leídas.

Y tras un montón de libros la ví. Era mayor, no sabría decir su edad, pero su porte era distinguido. Me saludó al verme y creo que me sonrió. Cortesmente le devolví el saludo y me presenté. Le comenté que no buscaba nada en especial, simplemente me gustaba su librería. Me dijo que mirara todo lo que quisiera. Alguien la llamó desde dentro:
- Mercedes, venga por favor tenemos un pequeño problema.
Vaya pensé, se llama como yo. Pero mi sorpresa fue mayor cuando oí:
- Señora Sempere puede venir, es urgente.
No lo podía creer, era una broma o también su apellido era como el mío.

Al regresar ella debió notar algo en mí, pues me preguntó si me ocurría algo. Le dije que creía que nos llamábamos igual y así era las dos nos llamábamos Mercedes Sempere.
Charlamos durante mucho rato. No teníamos familiares comunes pero eso era lo de menos, aquella casualidad nos había unido como en una tela de araña. Me fascinaba su vitalidad, su amor por los libros y la forma de entender la vida. Era atrevida, divertida y en la trastienda montaba timbas de mus con grandes amigos y amigas, que además de hablar de libros, jugaban, intercambiaban opiniones y se corrian sus buenas juergas.

Tal vez no viva en Barcelona, pero creo entender y compartir muchas de las pequeñas cosas que a Mercedes Sempere le fascinan. Probablemente el nombre tenga algo que ver...o no.
En cualquier caso a partir de aquel día, tengo motivos importantes para ir a Barcelona.

Creo que dentro de una semana tenemos partida de mus y quién sabe qué otras aventuras en aquella discreta trastienda.

sábado, 9 de octubre de 2010

Con frases hechas

Llegó "hecho un pincel". La entrevista era a las once. El rato de espera se le había hecho "más largo que un día sin pan", al abrirse la puerta un tipo que "no se cortaba un pelo" gritaba "sin ton ni son".
"Sabía de buena tinta" que aquel personaje tenía "muy malas pulgas", pero a él ningún tipejo "del tres al cuarto" lo iba a "sacar de sus casillas". Con su temple y porque "de casta le viene al galgo" consiguió el puesto de trabajo.


Sé que me dirás que nos pasa a todas, pero este asunto "me trae de cabeza". Me compré la libreta para anotar lo que tenía que hacer, y no encuentro la dichosa libretita, "esto tiene su aquel".
A veces me parece "estar cogiendo moscas",me he pasado todo "el santo día de acá para allá" buscando la libreta donde anoté todo lo que debía hacer. "Esto es de locos". Así que he decidido no "darle más vueltas a la cabeza" y "que salga el sol por Antequera".

domingo, 26 de septiembre de 2010

martes, 20 de julio de 2010

Pequeñas confidencias

Os extraño. Supongo que por eso estoy escribiendo esto. Bueno a vosotras y a la actividad que compartíamos y gracias a la cual nos conocimos. No se si es raro o lo más normal del mundo, pero así me siento. Me gusta escribir algunas cosas, pero he descubierto que hecho de menos leer lo que vosotras escribíais.
A menudo abro mi blog y me digo que no me gusta que se quede sin vida y no es difícil darle continuidad, pero me ocurre que es mío y también vuestro así que espero seguir enriqueciéndolo con vuestro permiso y por supuesto con vuestras visitas.
Y hoy me apetece poner en mi blog una poesía de Rafael Alberti para que podáis compartirla conmigo.


Balada de la bicicleta con alas

A los 50 años, hoy, tengo una bicicleta.
Muchos tienen un yate
y muchos más un automóvil
y hay muchos que también tienen ya un avión.

Pero yo,
a mis 50 años justos, tengo sólo una bicicleta.

He escrito y publicado innumerables versos.

Casi todos hablan del mar
y también de los bosques, los ángeles y las llanuras.

He cantado las guerras justificadas,
la paz y las revoluciones.
Ahora soy nada más que un desterrado.
Y a miles de kilómetros de mi hermoso país,
con una pipa curva entre los labios,
un cuadernillo de hojas y un lápiz
corro en mi bicicleta por los bosques urbanos,
por los caminos ruidosos y calles asfaltadas
y me detengo siempre junto a un río
a ver cómo se acuesta la tarde y con la noche
se le pierden al agua las primeras estrellas.

sábado, 19 de junio de 2010

La importancia de una letra

Se acercaban los carnavales y habíamos quedado en la casa de Teresa para decidir de qué nos íbamos a disfrazar este año. Al llegar nos presentó a una amiga finlandesa que había venido a pasar unos días con ella. Era una mujer alta, rubia, de ojos azules y un poco seria. Fuimos apareciendo por tandas, Anna la chica finlandesa parecía atónita, creo que no entendía cómo invadíamos la casa de su amiga de esa forma tan estrepitosa. Ella sólo hablaba finés, menos mal que estaba Teresa que hacía de traductora. Empezaron a surgir ideas; de marcianos, de equilibristas, de animales... a la vez que proponíamos un nuevo disfraz todos y todas intentábamos hacérselo comprender a Anna a base de mímica, de medias palabras en ingles, y con gritos, con muchos gritos. Teresa nos pidió calma, pues Anna empezaba a ponerse un poco nerviosa. Nos disculpamos de la mejor manera que supimos, pues con nuestra algarabía se nos había ido un poco la olla. Pero ya se sabe lo mejor del carnaval son los preparativos.
En un momento de la noche Teresa se tuvo que marchar pues habían ingresado a su abuela, no era grave pero ella quería ir a verla. Le dijimos que no se preocupara que nosotros llevaríamos a Anna a coger el tren, pues al día siguiente iba a Córdoba. Y así lo hicimos, llevamos a la chica al tren con la nota del disfraz elegido, pues ella volvería justo la noche de carnaval.

Y llegó el día esperado nos reunimos de nuevo en casa de Teresa, tan sólo faltaban Julio y Anna sonó el timbre y escuchamos unas escandalosas risas, nos acercamos a la puerta y lo entendimos. Todos nos habíamos disfrazado de setas y Anna había aparecido de "teta", la traducción no fue la correcta. Después de casi morir de la risa, nos dimos cuenta que ella lo estaba pasando regular, así que transformamos la teta gigante de goma espuma en una divertida seta. Pero cada vez que nos imaginábamos a esa gran finlandesa disfrazada de teta por la calle...

Desde luego ha sido lo más cómico que nos ha ocurrido en tantos años de carnaval.


El Selu.

sábado, 5 de junio de 2010

Miradas, caricias y mucho más


Llegué a casa algo cansada, pero muy animada. Por fin era viernes. Nada más entrar me di cuenta, olí su fragancia. Atravesé el salón canturreando, y encendí la radio. Al escuchar un redoble de tambores, cambié la emisora y sintonicé algo más sugerente, sonaba Rosana . La sala estaba medio en penumbra, así la dejo cuando aprieta el calor. Comencé a desnudarme poco a poco. Sabía que me estaba observando. Primero pulseras y collares, que al caer por el pasillo produjeron un agradable cascabeleo sobre el suelo.
Después me quité los zapatos y caminé descalza hacia el dormitorio. Fui bajándome la cremallera del pantalón tranquilamente, como quien se sabe espiada, a la vez que caía, yo acariciaba mis piernas, mis ingles..., me desabroché la blusa pausadamente. Mis pezones estaban firmes tras el sujetador y decidí rozarlos suavemente, notaba como nos subía la temperatura. Medio desnuda me acerqué al cuarto de baño y abrí el grifo del lavabo, me eché un poco de agua fresca en el cuello.
Aún era pronto.

Como si de un martilleo se tratara, oí unos pequeños golpecitos. Estaba ahí, mirándome, dejándome hacer. Y yo ya lo sabía.
Me duché. Cubrí mi cuerpo con una suave bata de seda roja que caía por mi piel como besándola. Me tumbé en la cama y comencé a acariciar mis pechos. Lo necesitaba cerca, podía oír su respiración cada vez más jadeante. Apareció sin estrépito, conteniéndose. Colocó sus manos expertas, entre la bata y mi cuerpo y comenzó a susurrarme al oído como se sentía. Estaba excitado y yo también. Hizo una rasgadura en la bata y continuó nuestro juego. Me sentía cada vez más caliente. Sabe perfectamente lo que me hace ponerme a cien. Del que no nos oigan, pasamos a un tímido jaleo y terminamos como locos extasiados y gritando de placer.
Cansados, sudorosos y felices nos dejamos caer sobre la cama. En ese momento, sonó un mugido en la radio que nos hizo reír y retozar entre las sabanas como si en medio del campo nos encontrásemos.



domingo, 30 de mayo de 2010

Historia de suspense: Reencuentro peligroso

He recibido una invitación para asistir a una reunión de antiguos amigos del instituto. No me interesan esas historias, pero uno de mis mejores camaradas de aquella época me pide que por favor acuda, tiene algo importante que contarme.
La cita es en un restaurante a las afueras de Madrid, estará reservado sólo para nosotros. Así que sin pensarlo demasiado, cuando llega la fecha ,compro un billete de tren y acudo al lugar.
Al llegar, nos recibe el dueño del local. Como es lógico los trece que somos, ( diez exalumnos y tres profesores ) nos dedicamos a saludarnos y a intentar reconocernos entre risas y bromas.
¡ Han pasado casi veinte años !.
Alguno de nosotros sirve bebidas y tomamos unos aperitivos fríos. Acabamos de caer en la cuenta que allí sólo estamos los trece amigos, no hay camareros y el dueño de aquello debió marcharse sin que nos diéramos cuenta.
- ¡ Bueno así tendremos más intimidad ! comentó alguien.
Muy cerca hay una imponente mesa preparada para un gran festín. Nos sentamos alrededor de ella. Cada lugar tiene escrito uno de nuestros nombres, así que nos colocamos en los sitios asignados. Con asombro, María comienza a medio leer una especie de mensaje que se forma al unir los trece papeles donde están escritos nuestros nombres. Callamos todos y prestamos atención : "Debéis resolver un misterio y así tal vez no muráis en este lugar " .
Nos miramos sonrientes, pero poco a poco, las sonrisas se tornan en dudas y las dudas dan paso al miedo. Corremos hacia puertas y ventanas y comprobamos que estamos encerrados, los móviles no funcionan y no hay línea telefónica. Intentamos serenarnos. Encontramos una nota en una de las mesas : " En vuestras manos tenéis la posibilidad de saber quién soy ".
Nos miramos unos a otros desconfiados y muy , muy asustados. Catalina la profesora de inglés toma el mando y pide tranquilidad.
- ¿Qué hemos tenido todos?.
Después de algún que otro sin sentido, Fermín cayó en la cuenta:
- Las invitaciones , dijo, la mía parecía una pieza de un puzzle.
Todos las habíamos llevado menos Lucía y Javier que... ¿ dónde estaba ?, había desaparecido. Nos entró el pánico. Pedro, el profesor de física, se puso muy nervioso y mandó que lo buscáramos por todo el establecimiento. Así lo hicimos, pero no obtuvimos resultados. De nuevo Catalina tomó las riendas:
- Unamos las piezas aunque falten dos.
Al ir formando el puzzle comenzó a vislumbrarse un rostro desdibujado era... " Pedro " gritamos todos a una.
Él sonreía dominando la situación pues sabía que nos tenía en su poder, éramos presas del pánico. Nos había llevado hasta allí, poco a poco había conseguido que nos fuéramos asustando, que desconfiáramos los unos de los otros y había hecho desaparecer a Javier. Nos quería matar pero ¿ por qué ?.
Hizo que nos sentáramos en torno a la mesa y nos contó una historia de la que ninguno éramos conscientes. En el viaje de fin de estudios los doce que allí estábamos citados, hicimos una fiesta y él no fue invitado. Esa era su verdad guardada durante años y de ella había ido formándose ese monstruo que ahora teníamos delante.
El siguiente paso era morir por aquella afrenta bebiendo un brebaje mortífero que él mismo había preparado y que teníamos delante de nosotros.
En ese justo momento entraron, rompiendo puertas y ventanas, unos cuantos policías que habían sido avisados por Javier que en un descuido de los doce había conseguido escapar por una ventanuca del piso superior.
Pedro, fue detenido y juzgado. Nosotros, los demás, decidimos comer juntos después de que todo aquello acabara, poniendo en claro todo lo ocurrido, comprendiendo entonces por qué llego tan pronto la policía, Javier es un poli.
Todo acabó bien, pero cada vez que lo recuerdo me recorre un escalofrío por todo mi cuerpo que me hace estar alerta en muchas situaciones cotidianas y pienso que si lo supiera el cabrón de Pedro se sonreiría, así que estas sensaciones no se las pienso contar a nadie.

sábado, 22 de mayo de 2010

Espiamos

No suelo ser muy curiosa, pero reconozco que hay algo que me pierde. Me encanta mirar a través de las rendijas de las puertas que dan acceso a los patios. Tras ellas se esconde un mundo mágico.
Hace poco, paseaba por San Roque y allí estaba esa majestuosa puerta de madera entreabierta. Olvidé qué hacia allí, me fui hacia ella y me puse a curiosear a través de la pequeña abertura.
Podía ver un patio porticado tras un pequeño zaguán. Parecía un espacio tranquilo, sosegado y lleno de innumerables fragancias. Estaba tan absorta que no me di cuenta que empujaba la puerta y se abría un poco más. Su planta era cuadrangular, en el centro una fuentecilla cuyo rumor formaba parte de ese entorno armonioso que creaba el agua, las plantas y sus aromas sensuales.
Todo parecía perfectamente colocado. A la derecha dos naranjos desprendían un cálido olor a azahar, tras ellos un buganvilla rosada se iba desparramando de forma delicada sobre una pared blanca. Al lado opuesto una imponente parra creaba la zona sombreada del patio, bajo la cual se hallaba una mesita con cuatro sillas de mimbre alrededor. Todo invitaba a sentarse allí, leer un buen libro y disfrutar de un sabroso café.
En las dos paredes del patio que yo podía ver, además de la buganvilla, colgaban macetas coloreadas de azul añil con geranios, azucenas, claveles, dalias y un sin fin de plantas más que yo no llegaba a reconocer.
Al cabo de no se cuánto tiempo oí la risa de una anciana que desde dentro llevaba, según me dijo, un buen rato llamándome. Cuando reaccioné María, que así se llama, me invitó a pasar e hizo realidad mi deseo.
Nos sentamos, tomamos café bajo la parra y pude descubrir las otras dos paredes que desde la calle no se veían y que por supuesto completaban la magia de aquel maravilloso patio andaluz.
Muy a menudo vuelvo a visitar a María y a ese cuidado espacio que es parte de ella y de su forma de entender la vida y me siento muy bien.

viernes, 21 de mayo de 2010

Con las palabras


Palabras problema : adversidad, indiferencia

Palabras refugio : mecedora, amistad

Palabras espía : locura, mar

Palabras jungla : política, moralidad

Palabras tobogán : risa, libertad, pasión.

Palabras para Julia de José Agustin Goytisolo ( voz del propio autor)

lunes, 17 de mayo de 2010

Habitación de hotel


Está un poco asustada. Tal vez cansada. Pero no por el futuro que le espera, sino por el deprimente pasado.Por vez primera, se siente libre y dueña de sus actos.

Siempre le dijeron que era una inútil. Que su lugar estaba en la casa haciendo las tareas. Cuidando primero a sus hermanos, luego a sus padres y por último si era capaz de cazar a algún tonto que la soportara, tendría que cuidarle y entregarse a él.

Por eso, porque no quería darle su vida a nadie, aprendió a leer sola y a escondidas. Por eso, por las noches, cuando todos dormían escuchaba un viejo transistor que tenía su abuelo en el desván. Por todo eso, sentía miedo todos los días, pues sabía que sus inquietudes no eran aceptables en una joven cristiana y de su clase.

Jamás pudo expresar sus deseos, ni dejar entrever que tenía necesidades y anhelos como los demás.

Pero había llegado el día. Hastiada de ser una persona a la que no se parecía en nada; hizo una pequeña maleta, tampoco tenía grandes cosas, y con unos pocos ahorros que había ido sisando a su padre y a su abuelo se marchó de noche de aquel odioso pueblo que la asfixiaba y dictaba su vida.

Primero cogió un autobús hasta Londres, donde alquiló una habitación en un modesto hotel para pasar un día hasta que llegara el momento de coger el tren que la llevaría a su anhelado futuro.

Tenía trabajo. Gracias a la radio supo que el mundo fuera del que ella conocía ofrecía vida a algunas mujeres. Y ella respondió a una de esas ofertas. Sería bibliotecaria en una linda ciudad del norte del país, que aunque no conocía había situado en el mapa.

Empezaba su nueva vida. Había dejado una nota, aunque no se la merecían, diciendo:"me marcho, no os preocupéis por mí. Voy a empezar a vivir".

Y ahí estaba en esa pequeña habitación comprobando el horario del tren que la llevaría a ...no lo sabía con exactitud, pero deseaba comprobarlo por sí misma.


miércoles, 12 de mayo de 2010

Oda a la merienda

Me evocas recuerdos de infancia,
momento del día especial.
Jugando en el patio, tal vez a saltar,
mi madre llamando, ¡hora de merendar!

Sentadas junto a la mesa,
olor de leche y de pan.
¡Quítame la nata, me sabe fatal!,
mamá sonriendo nos cuenta una historia
o nos pregunta la tabla de multiplicar.

Y cuando nos fuimos a la gran ciudad,
el ritual seguía presente a la hora de merendar.

jueves, 6 de mayo de 2010

Poema : El viento


Rugía ruidoso, rabioso, metiéndose por los recovecos.
Más al amanecer, amainó. Movíase de forma melosa.
Parecía paciente, postrado a sus pies.
Poseidón, el padre del mar pedía silencio.
Por eso él mecía mansamente las olas, moviendo sin murmullo las aguas.
Rozando tan sólo las rocas, respetando a su rey.

Cuando por fín el dios de los mares marchó,
el viento desató su furia y las olas bramaron alegres.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Comentario de un libro


Cometas en el cielo

Autor: Khaled Hosseini


Es uno de los últimos libros que he leído. Es una novela conmovedora, cuenta la historia de unos niños de clase diferente pero amigos, que viven en Kabul. Poco a poco la historia va transformando tanto a los protagonistas como la situación política del país. Aunque es bastante dura a veces, también es tierna y esperanzadora. Toca temas tan importantes como el amor, la culpa, el miedo, el compromiso, los celos, la amistad.
Se la he recomendado a varios amigos y amigas y les ha encantado, así que os la sugiero como posible lectura, deseo que os emocione tanto como a mí.

Greguerías


Los años nos arrugan, pero aún más nos arruga la vida.

El sexo como el café, intenso y a menudo.

El miedo es la censura de la vida.

Con una amiga lo negro, como poco se vuelve gris.

En algunas frases largas, la coma es la respiración asistida.

jueves, 29 de abril de 2010

Inventamos


Mi propuesta es inventar una historia, de la siguiente manera.
Escribid una palabra que os guste o tal vez que os disguste especialmente, pero en vertical.
Ahora junto a cada letra, escribe una palabra que comience por ella y con todas forma una frase.
T- trece
I- ilustres
G- genios
R- resolvieron
E- el
S- secreto

" Trece ilustres genios resolvieron el secreto", esta frase podría ser el principio de mi historia o la trama de la misma.

Si os apetece solo teneis que buscar esa palabra que haga surgir vuestra historia.

domingo, 25 de abril de 2010

Mejor el ordenador silencioso. Ana


Es sábado me levanto animada y con ganas de hacer cosas. Voy a la cocina desayuno nescafé con leche, un bollito de leche y galletas integrales. La cabeza me da vueltas, pienso en los ejercicios que ha mandado Rita y en el poco tiempo que dispongo para hacerlos tranquilamente, no se me ocurre nada, estoy embotada así que decido meterme a pintora por un día; sí, sí, el cuarto del niño ha quedado muy bonito con el colorcito verde manzana, pero yo, la verdad verdadera estoy agotada y me duele todo, ¡prefiero escribir!; cambio la brocha por el ordenador silencioso.
( Ana )

jueves, 22 de abril de 2010

Tejer y entretejer palabras


Es de chellue nove y no tenño suego. De repente, enbeza cami se mezclan sinrer quelas palabras.

Metoy esriendo sola. Se me esocurrien tado escribir also gobre un dinomio sauriope, ¡podi breno!.

Tenque irdrá allista ocu. ¿ Osginais imaun dinoga saurioconfas ?.

Lo más ines creibleque deconsul lata, salía peun rro unascon boniga tasfas, sonmuy riendo feliz y diciendo: ¡Porveo fin munel do y gusme ta!.

viernes, 16 de abril de 2010

Farfanías: Carlota


Me llamo Carlota y nos acabamos de trasladar de una gran ciudad a un pequeño pueblo pesquero.

Estoy muy enfadada y casi no hablo con nadie, pero me aburro así que he ido a ver a mi vecino, un niño como yo y le he dicho: ¡ hola, soy Carlota!. Soy una pelecás. Él sorprendido pero sin querer preguntar, me ha contestado: yo me llamo Valentín, ¿ quiéres que juguemos ?. Vale le dije, hagamos un volanchín cada uno y mañana a las cuatro nos vemos; mientras me iba me reía pues Valentín no podía saber a qué me refería con esa palabra que me acababa de inventar.

Al día siguiente, mientras yo llevaba un avioncito de papel, él traía la cometa más maravillosa que había visto hasta ese momento. Un poco avergonzada, me disculpé y él sonriendo tan sólo me preguntó que qué significaba la palabra pelecás, yo le expliqué que expresaba cómo me sentía ( persona lejos de su casa ), Valentín me comentó que le gustaría hacerme sentir un poco mejor en su pueblo y ya lo estaba consiguiendo. Rápidamente me propuso crear nuestro propio lenguaje. Era una idea megaexplotónica. Y nos pusimos manos a la obra. Con mi nuevo hercomí, aprendí a pescañar, pero lo que más me gustaba era relamar entre los corales. Pronto dejé de ser una pelecás, para ser como Valentín una femarlí.

Hemos pensado hacer nuestro propio brotedic, por si alguien estuviera interesado. Ahí van las primeras palabras.

BROTEDIC- diccionario inventado.
FEMARLÍ- feliz marinero/a en libertad.
HERCOMÍ- superamigo.
MEGAEXPLOTÓNICA- mucho más que una idea
PELECÁS- persona lejos de su casa.
PESCAÑAR- pescar con caña o chambel.
RELAMAR- bucear.
VOLANCHÍN- objeto volador hecho con cualquier material.

miércoles, 14 de abril de 2010

desorden Mi : recuerdo infantil Un


Situación : llegada recién Madrid a en un castizo comercio. andaluza, Mujer


ella en el establecimiento. decidida y Era por la mañana entró que no fue correspondido, de un educado saludo Después al estirado dependiente pidió le de una agua. bota
de después observarla Él, preguntó le que qué color de quería. la
le contestó que Ella daba igual. le
continuación, A pidió le número el bota de necesitaba. que
poco Un atónita ella contestó le también que igual. daba le
no Algo bien iba dos. los pensaron
él Y preguntó :
-¿ Para quiere botas qué las ?
ella respondió Y :
-una quiero Sólo es y para en la cama con meterla calentita. agua
primera vez Por sonrió él le dijo y eso que allí era de una bolsa agua. botas Unas ponen se los en pies.
rió También ella.
No consiguió se si bota su caliente. de agua
Pero a un amigo encontró le que ayudaría traducir a divertidas esas palabras que conocía. ella

Cambiando una letra

Ese fado con su lado triste, me evoca al solitario faro que otea el horizonte marino.
Dior, es un Dios de la alta costura. Y nadie le tose ni adopta ante él una fea postura.
Mi llanto se convierte en canto cuando alivia mi apenado corazón.
Luna, tú meces la cuna en la que mi niña una a una cuenta las estrellas sobre la cálida duna.

lunes, 12 de abril de 2010

Desorden

Es exaltante lo que pasa con nosotras. Ràpidamente estamos posesionadas del mundo¡hurra!. Era un aparentemente inofensivo cohete lanzado por los americanos desde Cabo Cañaveral. Por razones desconocidas se desvió de la órbita, y problablemente al rozar algo invisible lo devolvió a la tierra.Paf nos cayó en la cresta, y de golpe entramos en mutación. Rápidamente estamos aprendiendo la tabla de multiplicar, somos muy dotadas para la literatura, historia, un poco menos en química, hasta ahora un desastre en deportes, pero no importa: el cosmos será de gallinas¡qué carajo!.

martes, 6 de abril de 2010

¿Qué pasó con Cenicienta?


Casada ya Cenicienta con su príncipe, conoció en una de las muchas fiestas que celebraban, a otra hermosa princesa, Aurora o como también era conocida, la Bella Durmiente. Ambas entablaron una gran amistad y mientras sus esposos jugaban a la guerra, ellas aburridas de tanta ociosidad, decidieron crear una escuela de arte, pues a las dos les gustaba la pintura y la escultura.

Algo que comenzó como un mero entretenimiento fue cada vez convirtiéndose en un proyecto más ambicioso. Muchas jóvenes de diferentes lugares acudían para aprender e intercambiar ideas y estilos.

Pronto fue algo más que una escuela de arte, era un lugar de comunicación, de reflexión, de inspiración. Tanta fama obtuvo, que los maridos de ambas algo celosos y muy asustados intentaron acabar con el proyecto pero... ¡era demasiado tarde!. Ellas y sus alumnas se sabían por primera vez dueñas de un sueño propio. Y si las querían tendrían que respetar su sueño.

Y así fue como dos de las protagonistas de nuestros cuentos comenzaron a reivindicar otro papel que no fuera el de estupendas y monísimas esposas.

lunes, 5 de abril de 2010

Bella Durmiente


Ella se pasea por Gran Vía contoneando su exuberante cuerpo y simula no mirarse en el escaparate al acercarse junto a él, pero lo hace. Sabe cuál es su sueño, lo oye a diario y nadie podrá arrebatárselo, no está esperando un príncipe. Sabe que ningún cuento se cumple. Cuando cierra sus ojos desea una vida tranquila lejos de la ciudad junto a ese río que pasa una y otra vez por su memoria, recuerdos de infancia feliz, sin ese mal príncipe que cada noche le arrebata algo íntimo a cambio de unos euros. Los habituales la conocen como Bella Durmiente.
Con los ojos abiertos más mujer que nunca decide que lo que desea en lo más profundo de su ser es irse, pero sabe que cuando lo intente no habrá vuelta atrás tal vez tenga una sola oportunidad. Está decidida se lo ha dicho a la Bombi, su mejor amiga. La ciudad todavía duerme cuando ella la abandona.
La batidora
Todavía la Bella Durmiente está esperando al príncipe. Sabe, lo sabe, pero nadie se lo ha dicho que junto a ella, una mujer que tenga los ojos bien abiertos, no pasa ningún príncipe.
Pero cuando lo oye acercarse simula un sueño profundo, cierra los ojos y duerme.

domingo, 7 de marzo de 2010

LISÍSTRATA

Lisístrata, representada por primera vez en 411 a. C., se ha convertido en un símbolo del esfuerzo organizado y pacífico a favor de la paz


Lisístrata (cuyo nombre significa “la que disuelve los ejércitos”), es la mujer de un soldado ateniense, que cansada de las continuas guerras entre Atenas, Esparta y otras poleis griegas, reúne a las mujeres de ambos bandos y les propone iniciar una huelga de tipo sexual. La idea no gusta en principio, pero ella logra convencer a todas las mujeres de Grecia de que no tengan relación sexual con sus esposos hasta que estos firmen la paz. Al final de la obra, los hombres, faltos de sexo, deciden dejar de luchar, firman la paz y ponen fin a la huelga de piernas cruzadas de sus mujeres.

8 de marzo día de las mujeres


Portada Lima En el “Día internacional de la mujer”: mujer bonita es la que sale a luchar
Domingo, 07/03/2010
En el Día Internacional de la Mujer, las mujeres del mundo levantamos nuestra voz para decir que, somos preciosas, inteligentes y muy humanas, pero, en este tiempo no sólo queremos flores ni bombones, ¡queremos derechos y una vida digna!.

Somos pieza importante en el gran engranaje para el desarrollo de un país, porque estamos en los territorios, en las universidades, en las plazas, en las calles, y hasta en las camas, luchando por nuestro derecho a decidir; en la lucha en contra el trabajo precarizado, por mejores salarios y condiciones laborales, exigiendo justicia para las victimas de los feminicidios, luchando por el aborto libre y seguro.

Por esta razón, en este 8 de marzo seguimos unidas como mujeres de América Latina y de todo el mundo, para seguir luchando hasta que todas seamos libres, porque, mujer bonita es la que no renuncia fácilmente, mujer bonita es la sale a luchar.

Recordemos que el Día Internacional de la Mujer (o también Día Internacional de la Mujer Trabadora) se celebra el día 8 de marzo y está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta nacional en algunos países.

Pero, cómo surgió la idea, pues, la celebración de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero. La celebración recoge una lucha ya emprendida en la antigua Grecia por Lisístrata, quien empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra, y que se vio reflejada en la Revolución francesa: las mujeres parisienses, que pedían "libertad, igualdad y fraternidad", marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino, pero no fue sino hasta los primeros años del siglo XX cuando se comenzó a proclamar, desde diferentes organizaciones internacionales de izquierda, la celebración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos.

sábado, 6 de marzo de 2010

Una página del diccionario


Se ha abierto sin querer, lo uso a menudo. Arriba a la izquierda 2009, salamanquesa a la derecha.
Le ha pillado desprevenida, va despertándose la salamanquesa de ese sopor que la tenía adormilada y algo aplastada dentro de mi diccionario. Se levanta y rauda busca a su prima la salamandra, que al incorporarse lee atentamente. Salamandra. Anfibio urodelo de unos 20 cm. de largo, la mitad aproximadamente para la cola, y piel lisa, de color negro, con manchas amarillas. Estirándose y sorprendida por lo que acaba de leer se sonríe socarronamente pensando, que cosa más fea;¿de quién estarán hablando?. Claro que la palabra espejo le pilla demasiado lejos para verse reflejada en él. Juntas pasean por la página hasta llegar a la gran sala donde deciden reponer fuerzas tomando unas estupendas salchichas rellenas de salchichón, mientras conversan sobre su largo retiro, pues han pasado varios meses hasta que han abierto por su página el gran libro.

Tras el tentempié, escuchan vociferar a la salangana, esa pájara peculiar de ojos rasgados que grita pidiendo un salario justo. Pues llevan toda la vida prestando sus servicios a los estirados profesores de, entre otras, la universidad de Salamanca sin recibir nada a cambio.

Dudan, la salamandra y la salamanquesa en si pasear por la página 2008 o ir a la aventura a la 2013, pero la visita al salmonete no les atrae lo más mínimo, así que deciden quedarse y disfrazarse con el salacot que se dejó por aquí el salamateco que vino de Guatemala para visitar a su amigo salamanquino que se encuentra unas líneas más arriba.

Después de tanto paseo y antes de que se acabe esta historia, las primas deciden acercarse al salce y allí disfrutar de los últimos rayos de sol. Luego cada cual deberá volver a su inmovilidad obligada en el reglón que les ha tocado ocupar por culpa del maldito orden alfabético.

miércoles, 3 de marzo de 2010

El buhonero


Iba el buhonero de pueblo en pueblo en su carreta tirada por un par de enormes y tranquilos bueyes. Vendía de todo; calcetines, bufandas, guantes, ollas, sartenes...

Junto a él, su inseparable y fiel búho le recordaba de donde provenían. Ambos extrañaban aquellos increíbles bosques y el olor a pino. Cuando cruzaban sus miradas se prometían en silencio regresar el año próximo.

Por el camino, los bueyes bufaban cansados, también ellos merecían un cambio de vida.

¡Llegó el momento! pensó el buhonero, y tirando para sí de las cinchas hizo que los animales dieran media vuelta. Regresaban a casa atravesando pantanos y bujeos, caminos y veredas.

Al llegar a su hogar subió al mejor lugar, la buhardilla, hasta ella trepaba como todos los años la rosada buganvilla, desde allí se sentía el rey del mundo. Oteaba el horizonte sobre el cual algunos buitres parecían saludarle. Estaban en casa. Era el momento de disfrutar de lo que realmente le hacía feliz. Su bosque, sus animales y sus amigos.

jueves, 25 de febrero de 2010

Mi maniquí


Vivo en una gran ciudad, en una conocidísima calle de la misma. Muchas veces me arrepiento de esta decisión que tomé hace algunos años. ¿Por qué?. Es fácil contestar. Por mi calle pasan muchas de las manifestaciones a favor o en contra de algo. Contra el aborto o a favor de él, contra el nuevo plan de pensiones, para celebrar el ocho de marzo, incluso el primer viernes de ese mes tenemos las interminables colas para visitar al cristo de Medinacelli. Por supuesto hablo de la calle Atocha en Madrid.

Pero cuando se me pasa el cabreo porque cortan el acceso a las calles adyacentes o, porque es un hervidero de gente, reconozco que no podría vivir en otro lugar. En mi calle y en mi barrio se confunde lo novedoso con lo clásico, la reivindicación con el pasotismo, la cultura de los museos, con la cultura de la calle. Sobre todo es una zona con una gran mezcla de gentes venidas de todos los lugares imaginables y esto es enriquecedor.

Por lo tanto he de reconocer que cuando me queda tiempo, me gusta pasear por sus innumerables recovecos.

En uno de esos paseos he descubierto que han abierto unos nuevos almacenes. Tiene enormes escaparates y me ha llamado la atención un grupo de maniquies que han colocado. Parecen personas de verdad. Hay un niño como de unos cinco años y he tenido que acercarme para comprobar que no era humano.

Regreso a casa despacio, intentando saborear cada minuto de este agradable paseo, pero algo interrumpe de vez en cuando mis pensamientos, algo me incomoda.

He vuelto sobre mis pasos y allí está. Es un maniquí de unos cincuenta y dos años. Representa a un hombre atractivo, con ropa informal pero con estilo. ¡Madre mía, hombres así no existen!

Al volver a casa sigo pensando en el apuesto maniquí tanto, que he llamado a una amiga y se lo he contado. Ella se ha reído de mí hasta dolerle la mandíbula y me ha dicho " llevas demasiado tiempo so-la ". Tal vez tenga razón, pero al día siguiente estaba deseando terminar de trabajar para ir a visitar a " mi maniquí ".

Ahí sigue, lo más sugerente de él es su porte, su actitud de indiferencia y de saberse observado.

Creo que me lo quiero llevar a casa, así que trazo un plan.

Pasados dos días, me he presentado en los almacenes, ¡ah, me dedico a la publicidad!, he hablado con el jefe de planta, que a su vez ha hablado con no se quién, para que me prestaran "ese maniquí". El motivo, incluirlo en un anuncio que tengo en mente. Después de algún tira y afloja he conseguido mi objetivo. Así que sin perder un minuto, he ido a por él en la furgoneta de Lurdes (esa amiga a la que llamé para hablarle de... y se rió de mí) y por supuesto me ha acompañado recordándome todo el camino que estoy loca.

Bueno ya está en casa. ¿ Y ahora qué ?. Lo he sentado en el sofá, me he acurrucado junto a él. Joder que duro es. Lo he semidesnudado, bueno de momento nada de nada. Luego lo he desnudado del todo, ¡pero si ni siquiera tiene...!Menuda bajada de la libido. Acaba de romperse toda mi atracción hacia él.

Lo peor es que acabo de darme cuenta de lo ridículo de la situación, además se me cae la cara de vergüenza al pensar que debo devolver este maniquí a su escaparate. Y para colmo de los males Lurdes me ha dicho que no piensa acompañarme ni prestarme su furgoneta.

domingo, 21 de febrero de 2010

El cocodrilo

- ¡Buenos días, vecina!¿podrías darme un poco de perejil?.Es que estoy cocinando carne de cebra y este condimento le viene muy bien.
- ¡Como no, enseguida señor coco... coco...!
( He cerrado de un portazo y me he escondido detrás )
- ¡No puede ser, un cocodrilo en la puerta de mi casa y pidiéndome perejil!
- ¡Juan, Juan!. Ya no fumaremos más porros de esos que traes últimamente. Me producen unas alucinaciones terribles.
Un poco incrédula y asustada me acerco a la mirilla y...¡claro! allí no hay nadie.
- Pero,¿es qué esperabas ver a un cocodrilo tras la puerta?, me digo a mí misma.Pues sí que estás fumada.
Con un poco de intranquilidad en mi cuerpo, me he dado una ducha y he salido a comprar el periódico y algunas cosas que necesitaba y no se por qué miro de reojo a derecha e izquierda. Me estoy poniendo cada vez más nerviosa, así que paro un instante, tomo aire y me digo: a ver eres una mujer sensata y no crees en fantasías de ese tipo. Recupera la cordura, por favor.
Un poco más tranquila decido entrar en un bar y tomarme el café de todos los días a esa hora. Bueno hoy voy a cambiarlo por una tila. Ya relajada vuelvo a casa algo más tarde de lo habitual. Supongo que Juan habrá preparado el almuerzo.
Para mi sorpresa está de cháchara con algún colega que ha venido a saludarlo. Lo se porque veo latas de cerveza, patatas y algo de queso sobre la mesa.
Juan me ha oído al entrar y me dice desde el salón:
¡Tesoro, pasa!, el nuevo vecino ha venido a presentarse y nos invita a comer. Ha traído un plato típico de su país. No te lo puedes imaginar, es carne de cebra.
Creo que acabo de tirar todo lo que traía al suelo y hasta yo me he tirado a él.
Juan y el vecino vienen corriendo hacia mí. Los oigo, pero no los veo, pues no quiero abrir los ojos y encontrarme con...
_ Amor, qué te ha ocurrido. Mira este es Paul viene de Kenia, lo de la carne de cebra era una broma, en realidad nos invita a unos excelentes canelones que acaba de cocinar.
Poco a poco abro los ojos y ante mí, además de Juan está Paul un keniata que nada tiene que ver con cocodrilos o eso creo, porque alrededor de su cuello lleva colgando un gran diente que ni se, ni quiero saber a qué animal pertenece.

viernes, 19 de febrero de 2010

Centenario de Miguel Hernández




MIGUEL HERNÁNDEZ

Este año se celebra el centenario del nacimiento de Miguel Hernández. Esto es una excusa para compartir con vosotras mi admiración por este gran poeta y hombre, comprometido consigo mismo y con su época. He bajado de you tube estos videos para recordarlo. Aunque sin duda no hay nada comparable a leer sus poesías.

lunes, 15 de febrero de 2010

sábado, 13 de febrero de 2010

La broma

Caminábamos emocionados por la belleza del hayedo. De pronto, Javier comenzó a gritar. Desde lejos sólo oíamos como resbalaba y gritaba, gritaba y caía. Corrimos hacia ese lugar y lo vimos allí abajo. En ese gran agujero, sin mover un sólo músculo. Intentamos llamar con nuestros móviles, pero no había cobertura. Nos alejamos algo del lugar y al regresar... Javier no estaba allí. Gritamos, lo llamamos sin parar. No había rastro de él. Alrededor del agujero no encontramos más pisadas que las nuestras. Con el pánico a flor de piel, intentando racionalizar algo que se nos escapaba, comenzamos a oír ruidos extraños. De repente uno de los dos coches que llevábamos, arrancó y se avalanzó sobre nosotros con los faros encendidos.
Creimos morir. El coche frenó en seco y al apagarse la luz vimos bajar de él a Javier en perfectas condiciones. Nos acababa de gastar la broma más horrorosa que podíamos imaginar.
Desde aquel día ese lugar increíble que tanto había deseado conocer, tiene matices terroríficos para mí. Espero superarlo. A Javier no lo he vuleto a ver.