domingo, 21 de febrero de 2010

El cocodrilo

- ¡Buenos días, vecina!¿podrías darme un poco de perejil?.Es que estoy cocinando carne de cebra y este condimento le viene muy bien.
- ¡Como no, enseguida señor coco... coco...!
( He cerrado de un portazo y me he escondido detrás )
- ¡No puede ser, un cocodrilo en la puerta de mi casa y pidiéndome perejil!
- ¡Juan, Juan!. Ya no fumaremos más porros de esos que traes últimamente. Me producen unas alucinaciones terribles.
Un poco incrédula y asustada me acerco a la mirilla y...¡claro! allí no hay nadie.
- Pero,¿es qué esperabas ver a un cocodrilo tras la puerta?, me digo a mí misma.Pues sí que estás fumada.
Con un poco de intranquilidad en mi cuerpo, me he dado una ducha y he salido a comprar el periódico y algunas cosas que necesitaba y no se por qué miro de reojo a derecha e izquierda. Me estoy poniendo cada vez más nerviosa, así que paro un instante, tomo aire y me digo: a ver eres una mujer sensata y no crees en fantasías de ese tipo. Recupera la cordura, por favor.
Un poco más tranquila decido entrar en un bar y tomarme el café de todos los días a esa hora. Bueno hoy voy a cambiarlo por una tila. Ya relajada vuelvo a casa algo más tarde de lo habitual. Supongo que Juan habrá preparado el almuerzo.
Para mi sorpresa está de cháchara con algún colega que ha venido a saludarlo. Lo se porque veo latas de cerveza, patatas y algo de queso sobre la mesa.
Juan me ha oído al entrar y me dice desde el salón:
¡Tesoro, pasa!, el nuevo vecino ha venido a presentarse y nos invita a comer. Ha traído un plato típico de su país. No te lo puedes imaginar, es carne de cebra.
Creo que acabo de tirar todo lo que traía al suelo y hasta yo me he tirado a él.
Juan y el vecino vienen corriendo hacia mí. Los oigo, pero no los veo, pues no quiero abrir los ojos y encontrarme con...
_ Amor, qué te ha ocurrido. Mira este es Paul viene de Kenia, lo de la carne de cebra era una broma, en realidad nos invita a unos excelentes canelones que acaba de cocinar.
Poco a poco abro los ojos y ante mí, además de Juan está Paul un keniata que nada tiene que ver con cocodrilos o eso creo, porque alrededor de su cuello lleva colgando un gran diente que ni se, ni quiero saber a qué animal pertenece.

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