sábado, 2 de abril de 2011

La primavera

Me he despertado esta mañana y te he sentido llegar, tu luz ha acariciado mis canos cabellos. De repente me he estremecido al notar esa mezcla de aromas en mi jardín; rosas, lilas, jazmín. Todos mis sentidos rejuvenecidos y a flor de piel. A través de mi ventana esa brisa tuya suave, me ha contado que estamos en abril y he rememorado otros tantos abriles. Recuerdo cuando correteaba por los prados del pueblo en esta época. Cómo me gustaba ver las cigüeñas anidando en el viejo campanario y cómo me alborozaba el trinar de los jilgueros.
Esos primeros días en los que bajábamos al río y después del largo y duro invierno metíamos los pies en el agua, aún fría, pero que ya anunciaba la calidez que se aproximaba. Y risas. Y juegos.

Todo era fantástico con tu llegada. Las casas se abrían y todo el mundo comenzaba a despertar de ese letargo invernal.

Hoy aquí postrada en la cama, te dejo entrar en mi habitación y celebro contigo mis noventa primaveras. Y me siento viva con tu llegada.











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